viernes, 29 de abril de 2011

Romanticismo francés

Kid Loco tiene espíritu romanticista. No sólo por su celebrado álbum A Grand Love Story, editado en 1997, donde supo unir electrónica con la tradición de la chanson y el pop franceses, o por Monsieur Gainsbourg Revisited, el homenaje a Serge Gainsbourg que lo tuvo como productor en 2006. Es un romántico porque defiende el vinilo como formato y reniega un poco de la manera en que hoy consumen música los más jóvenes. Eso no quiere decir que desprecie las nuevas tecnologías, sino que prefiere ofrecer shows más orgánicos, con una calidez y adrenalina difíciles de conseguir si una notebook es el mayor disparador de sonidos.

El músico y productor francés se presentó en Studio Theater en calidad de dj, en el marco de la fiesta París toca Córdoba, donde hubo además bandas en vivo, instalaciones y diversas performances. Previo a su show, el galo estuvo de visita por la redacción junto al músico Jerónimo Saer, quien también actuó en el evento.

Decíamos recién que la actitud de Kid Loco tiene impronta de vieja escuela. Así describe él sus sesiones: “Uso vinilos. No toco con laptop porque no me gusta el sonido de lo digital. Los CDs me aburren, no puedo ver cómo gira, en eso es mejor el vinilo. Además, disfruto al mostrárselo al público antes de darle play. Si lo hago con un CD no es lo mismo”, dice a la vez que reconoce sus desventajas: “En ciertos aspectos es un problema el vinilo, porque hay ques ser muy cuidadoso. Además, pesan mucho. A Córdoba traje unos 60, y ese peso me hace doler un poco la espalda. Tengo 46 años… ¡Ya no soy tan Kid!”, concede entre risas.

De todas maneras, luego vuelve sobre el hecho de que el formato ofrece un gran espectáculo: “Hace unos años estuve en una fiesta en Europa del Este, donde tocaba un dee jay que metió un CD con música premezclada. Lo puso y estuvo bailando una hora. Cada tanto simulaba pulsar una perilla, pero no hacía nada. Eso es aburridísimo.”


Confesiones de un melómano
El último trabajo de Kid Loco es un álbum editado en febrero de título llamativo: Confessions of a Belladonna eater (“Confesiones de un comedor de Belladonna”). El doble sentido de la expresión (Belladonna puede ser tanto una planta como una mujer) es descripto por el músico como “un juego de palabras”. “No sé hablar italiano, pero me gusta la palabra Belladonna –explica–. El nombre está inspirado en un libro autobiográfico de Thomas de Quincey, Confesiones de un inglés comedor de opio. Cuando lo leí me gustó mucho y quise homenajearlo. Además, la belladonna es una planta medicinal. Tiene propiedades analgésicas, aunque en exceso puede tener otros efectos.”

–¿Cómo describirías la actualidad de la música electrónica en Francia?
–Yo diría que en París no hay una verdadera escena. Ya no hay reuniones entre los artistas como solía haber. Antes, los djs teníamos un lugar donde juntarnos, que era una disquería donde comprábamos nuestros discos. Yo solía adquirir mucha música en esos lugares. Ahora, con Internet, hay muchísimas opciones, tantas que se hace difícil seleccionar. No es tan divertido como antes. Escuchar música en una computadora me da dolores de cabeza.

–De todas maneras, Francia tiene algunos de los djs más populares del momento, como Daft Punk o David Guetta.
–Vamos, Guetta no es un artista. Es dj hace apenas unos años. Se hizo conocido en Francia a través de la televisión, promocionaba unas fiestas en Ibiza. Aparecía en el prime time de la tele cada seis meses, justo antes del verano o Navidad. Lo hizo como por 15 años. Claro, lanzó algo y fue número uno, porque él ya era un personaje muy popular. Recuerdo que tuvo éxito con un remix de Heroes, de David Bowie, que era muy flojo. Que quede claro, me parece bien que triunfe, pero no es gran cosa lo que hace y no tiene mucho que ver con la escena francesa de música electrónica. Además, es curioso que un productor como Tim Valen, que hacía algo bastante bueno, ahora realice algo totalmente comercial porque quiere copiar lo que hizo David Guetta.

–Tengo que preguntarte sobre “A Grand Love Story”, tu gran disco. ¿Dirías que abrió un campo para las cruzas de géneros?
–Puede ser. Fue un momento justo: una buena época, un buen sello... En esa época yo escuchaba mucho a DJ Shadow. No sé si abrió campos, pero alrededor del mundo me encuentro con gente que me dice que lo oye todos los días, que conoció a su pareja mientras lo escuchaba, o que le gusta hacer el amor con ese disco de fondo. Eso me pone contento.

En ese momento, se le consulta a Jerónimo Saer si ese álbum fue importante para su formación. “Ese disco para mí es genial”, asegura. “Fue una gran influencia. Me marcó mucho y me ayudó a ser instrumental. Comencé haciendo hip hop con una banda en vivo y mucho sampling, y ese disco fue importante porque era lo que tenía ganas de oir y lo que me llevó a lo que quería hacer.”

Cierra Kid Loco: “El sampling fue lo que nos permitió destacarnos en su momento. Yo tuve una banda punk cuando era joven, y grabar en un estudio era un sufrimiento para nosotros. El sampling fue la posibilidad de hacer buenas cosas sin necesidad de ser grandes músicos. Hoy es mucho más difícil “samplear”, por cuestiones de copyright. Sólo se pueden hacer bootlegs (discos pirata), de lo contrario violás las leyes. Ya no se pueden hacer discos como antes. Hoy, un grupo como De La Soul debe estar pagando más por infringir derechos de autor de lo que gana.”

Publicado originalmente en VOS