sábado, 28 de septiembre de 2013

miércoles, 12 de junio de 2013

Para el mejor lector del mundo

No le acerquen grabadores a Daniel Salzano. Le generan una especie de alergia, no los quiere en su radio de acción. Ahora hay uno apoyado en el escritorio de su oficina y lo observa como a un insecto, con una mezcla de desprecio y desconfianza. “La entrevista es un género espléndido, maravilloso, pero hay que eliminar intermediarios”, dice, y señala al intruso en su mesa de trabajo. Cuando se le intenta explicar algunas de las ventajas que supone grabar una conversación, Salzano inclina la cabeza a un lado, coloca el dedo índice sobre su sien derecha y le dedica al interlocutor su mejor mirada Clint Eastwood: ojos entrecerrados, gesto serio y fulminante.

lunes, 11 de marzo de 2013

Al ritmo de dos planetas

Imaginemos a un Fernando Caballero de unos 12, 13 años, que junta las monedas de donde puede y espera a que llegue el sábado por la mañana para poder ir a la disquería Eco, o Edén, y llevarse algún disco de Pink Floyd, The Power Station o Charly García, y de ahí pegar la vuelta al barrio, al hogar, a la pieza tapizada con los ídolos, y apoyar la púa en el vinilo nuevito y quedarse escuchando la música por horas, en un estado de fascinación y descubrimiento.

Ahora lo imaginemos a sus 22, como integrante de la Orquesta Juvenil de Córdoba dirigida por el maestro Carlos Giraudo, al comienzo de un ensayo atípico, en el que van a interpretar algunas canciones de Luis Alberto Spinetta, el gran ídolo de Caballero, arregladas especialmente para acompañar al astro del rock en una presentación para el programa Telemanías. “El ‘Payo’ reparte las partituras a los músicos y me doy con que no había partes de percusión. Me quería morir”, recuerda quien entonces era el timbal solista de la orquesta. “Así que lo agarré en el intervalo y le dije: ‘Maestro, cómo no va a escribir algo para mí, yo quiero tocar con el Flaco’. Me respondió que no se justificaba la presencia de percusión, pero insistí. ‘Maestro, usted tiene que hacer algo. No me deje afuera, por favor’. Así que al otro día le incorporó a la partitura platillos, gongs… Un maestro, de verdad”.