lunes, 11 de marzo de 2013

Al ritmo de dos planetas

Imaginemos a un Fernando Caballero de unos 12, 13 años, que junta las monedas de donde puede y espera a que llegue el sábado por la mañana para poder ir a la disquería Eco, o Edén, y llevarse algún disco de Pink Floyd, The Power Station o Charly García, y de ahí pegar la vuelta al barrio, al hogar, a la pieza tapizada con los ídolos, y apoyar la púa en el vinilo nuevito y quedarse escuchando la música por horas, en un estado de fascinación y descubrimiento.

Ahora lo imaginemos a sus 22, como integrante de la Orquesta Juvenil de Córdoba dirigida por el maestro Carlos Giraudo, al comienzo de un ensayo atípico, en el que van a interpretar algunas canciones de Luis Alberto Spinetta, el gran ídolo de Caballero, arregladas especialmente para acompañar al astro del rock en una presentación para el programa Telemanías. “El ‘Payo’ reparte las partituras a los músicos y me doy con que no había partes de percusión. Me quería morir”, recuerda quien entonces era el timbal solista de la orquesta. “Así que lo agarré en el intervalo y le dije: ‘Maestro, cómo no va a escribir algo para mí, yo quiero tocar con el Flaco’. Me respondió que no se justificaba la presencia de percusión, pero insistí. ‘Maestro, usted tiene que hacer algo. No me deje afuera, por favor’. Así que al otro día le incorporó a la partitura platillos, gongs… Un maestro, de verdad”.